viernes, 27 de agosto de 2010

Juego de Conductas/ Macho-Hembra…Hembra-Macho

Una vez leí un artículo en donde su escritor definía parte del comportamiento conductual de los militares en el tiempo de la dictadura de Trujillo. Anotaba el autor cómo los militares delante del dictador mostraban un comportamiento que él denominaba “hembra-macho”. Decía que no importaba la jerarquía militar del hombre, una vez frente al tirano, se convertía en “hembra-macho”.

Eran hombres convertidos en hembras, al parecer se le derretían al tirano, podían ser los asesinos más temibles del régimen, los más crueles, los más sanguinarios, una vez frente al tirano su comportamiento era de hembra-macho.

El autor del artículo resaltaba entonces como ésos hembras-machos al salir de la presencia intimidante y posesiva del sátrapa cambiaban su comportamiento a macho-hembra frente a sus subordinados, amigos y familiares.
Después que leí dicho artículo me convertí en un observador compulsivo de los hombres y sus conductas en sus diferentes escenarios; para mi sorpresa he visto que esos comportamientos no son sólo propios de la “era” sino que se presentan muy a menudo y en muchos ámbitos diferentes de la vida.
He visto personas cambiar su tono de voz normal y común cuando hablan con otras de mayor autoridad, tanto en las familias, en las empresas, en las iglesias, en fin, en casi en todo ambiente en donde haya jerarquía.
La observación de éste tipo de comportamiento y luego su etiquetado (M-H y H-M) resalta por su notoria diferencia. Una mujer frente a unos y un ogro frente a otros. Una mujer frente al patrón y un ogro frente a su esposa; una mujer frente a la autoridad y un ogro frente a sus hijos.
Estamos hablando de un comportamiento que va más allá del debido respeto, consideración y hasta honra que se le debe dispensar a otra persona y más si es autoridad. Estamos hablando de algo fuera de lo normal, cuando escribí en el párrafo anterior la palabra ogro en vez de hombre fue con la intención de sobresaltar la diferencia entre comportarse como un hombre en cualquier circunstancia y como un hombre-ogro en otras.

A veces pienso del empresariado dominicano en ése mismo sentido, auspician a los políticos con sus dineros, los respaldan moralmente, se producen una serie de incesantes cabildeos entre políticos para llegarles a los empresarios hasta que logran sus objetivos. Los políticos reciben mucho dinero del empresariado para sus campañas, estos a su vez les prometen a sus “cooperadores” lo que estos necesitan a cambio. Los empresarios se creen que ponen las reglas, que quitan y ponen presidentes y funcionarios y, ahí resalta su comportamiento Macho-Hembra frente a los camuflados políticos.

Una vez en el poder político, el político comienza a desarrollar su gestión y aquellos que fueron Machos-Hembras, frente a medidas arbitrarias e injustas de los políticos de repente asumen un comportamiento Hembra-Macho.
Ahora se presenta el asunto del ITBIS en las aduanas, pues bien, ahí están los empresarios llorando, gimiendo, apelando a la justicia, doblegados y castigados. Así ha pasado con otras actitudes de otros gobernantes de turno que han impuesto medidas que hacen llorar al empresariado. Que los hacen retorcerse del dolor. Y estos en una actitud hembra-macho así se comportan.

Los funcionarios les dicen ladrones a los empresarios y éstos se mantienen callados, no sé si culpablemente callados o simplemente callados. Pero lo cierto es que así es que suceden las cosas. Los funcionarios o los gobernantes salen del poder y cuando quieren regresar hacen lo mismo, cabildean a los empresarios hasta conseguirlos, no importa los maltratos, desplantes, humillaciones y daños que les infringieron cuando fueron gobernantes, los empresarios vuelven y en actitud Macho-Hembra los reciben y “ponen” sus condiciones y sus pretensiones, los políticos como siempre dicen a todo que sí, el empresariado se lo cree (idiotas) y así se repite el ciclo.
Sin ser sociólogo ni sicólogo creo que ésos comportamientos no se deben a cobardía ni a que son machos o hembras necesariamente (como creo que sucedía en la “era”) sino a que nos falta una visión de la vida y de los gobiernos y del País diferente, se trata de la necesidad de reorientar las prioridades, de dejar el individualismo, la “’búsqueda de lo mío” o de “mi sector”. Se trata de dejar de intercambiar prebendas por poder o poder por prebendas para buscar un bien común.

Se trata de dejar el clientelismo, el pragmatismo, oportunismo, dejar ése financiamiento turbio (al margen de la DGII ambos) y confuso de campañas electorales que promueven esos sucios intercambios de favores en detrimento del País.
El empresariado que se vaya zafando de ésas ataduras mal sanas que les son perjudiciales, que no pidan ni mendiguen favores, que se comprometan a promover leyes que cada vez mas neutralicen la discreción de los políticos, unos y otros que piensen en sus hijos y sus nietos ya que por más dinero y fortuna que les dejen como heredad no podrán disfrutarlas en un País invivible en donde sus padres fueron incapaces de generarlo.
Los políticos que se conformen y ajusten con lo que el pueblo les da a través de la JCE y que dejen de comprometer al gobierno (con los empresarios, los moto-conchistas, los huelguistas del transporte urbano, los pedilones de exoneraciones, etc.) y sus ejecuciones con demandas casi siempre gravosas para el País.

Vamos a dejarles a nuestros hijos un mejor País, más institucionalizado y organizado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario