martes, 28 de diciembre de 2010

COMO PLANIFICAR PARA EL AÑO 2011?

Toda planificación responde a cierto grado de certidumbre que tenemos acerca de los eventos que queremos prever. Los planes son previsiones y presupuestos en donde manejamos o intentamos manejar las cosas, el tiempo y hasta las voluntades humanas.

Dios en la Biblia nos delega el desarrollo de la tierra, nos manda a fructificarla, sojuzgadla y multiplicar todos los recursos que El ha puesto en nuestras manos, de manera que es lógico pensar que El Señor asume que tendremos que planificar, ejecutar y esperar los resultados.

Dios en su misericordia también nos guía en la forma y la manera de planificar el año 2011, El no nos deja sin su orientación. Veamos:

Santiago 4: 13 al 5 “Vamos ahora! Los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos; cuando no sabéis lo que será mañana. Porque, que es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece. En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello. Pero ahora os jactáis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala.”

Lucas 12: 16 al 21 “…la heredad de un hombre rico había producido mucho. Y el pensaba dentro de si, diciendo, que haré?... y dijo, esto haré: derribare, edificare, guardare…y diré a mi alma, alma, muchos bienes tienes guardado para muchos años:
Repósate, come, bebe, regocíjate. Pero Dios le dijo: Necio, esta Noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto de quien será?

Que no hacer? Si planificamos el 2011 sin tomar en cuenta a Dios, El nos dice que seremos insensatos, jactanciosos y necios. Si planificamos como el rico insensato estaremos deshonrando a Dios. Porque no podemos hacerlo así?, porque no tenemos la certeza del futuro, porque no sabemos cuándo vamos a morir, porque es Dios el único soberano de la historia y de la providencia que conoce el mañana. Planificar y esperar sin tomar en cuenta a Dios, es hacerlo sin fundamento, es confiar en el azar, es algo incierto y vago.

Que hacer entonces? Dirigir y centrar todos tus planes, presupuestos y esperanzas en Jesucristo, esa es la respuesta de Dios a ti. El fundamento de nuestro quehacer para el 2011 está en la esperanza del cumplimiento de todas las promesas que El nos ha hecho en las Sagradas Escrituras. En El podemos afrontar el futuro con seguridad, alegría, esperanza, gozo, paz y la certeza de que Dios obrara en y por nosotros.

El creyente que está en obediencia al Señor afrontara con paciencia y seguridad todas las tormentas que se anuncian para el próximo año. Así nosotros planificamos el futuro, contando con el dueño de la vida y la muerte, con el soberano de la historia de la humanidad.

Finalmente, el año 2011 usted no lo puede afrontar sin tener resuelto el problema de la salvación eterna de su alma. La única garantía que tiene el hombre frente a todo lo bueno y lo malo que le pueda suceder es tener arreglada su situación personal con Dios, pues como al rico insensato, si vienen a pedirte cuenta cuando no lo esperas, perderás la oportunidad de salvar tu alma.

Venga a Jesús y participe con nosotros de la verdadera esperanza, no tiene necesidad de exponerse a un futuro incierto, inseguro y al azar. Conviértase a Jesucristo y sus inseguridades se convertirán en confianza, lo incierto en certidumbre, no habrá azar, pues su esperanza estará segura y firme, así como su alma y su vida en un 2011 llenos de malos augurios.

Lea éstas promesas, solo dos, imagínese las otras:

Isaías 40: 31 “…pero los que esperan en Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantaran alas como de águilas; correrán, y no se cansaran, caminaran y no se fatigaran.”
Isaías 41: 10 “No temas, porque yo estoy contigo, no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudare, siempre te sustentare con la diestra de mi justicia.”

lunes, 20 de diciembre de 2010

¿Qué usted celebra en la navidad?

El significado de la Navidad es la celebración del Nacimiento de Jesucristo, éste acontecimiento es reconocido y festejado por todo Occidente y parte del resto del mundo. Estos tiempos son asumidos por cristianos y no cristianos en una serie de celebraciones, que al margen de si son o no bíblicamente correctas, que ya son tradiciones y costumbres muy arraigadas entre todos.


No voy a tratar aquí si fue o no el nacimiento de Jesucristo en ésta época del año, tampoco quiero tratar el asunto de lo que es o no es lícito celebrar o cómo celebrar el nacimiento del Señor, voy a pasar por alto ésas cosas que aunque son de importancia no es lo que deseo destacar en ésta entrega.

Lo que quiero resaltar es que se celebra el nacimiento de Jesucristo sin la conciencia debida de qué es lo que se está celebrando y a quién se le está celebrando el nacimiento, qué fue lo que vino a hacer Él Señor a éste mundo.

Una lectura superficial de los evangelios nos dan las respuestas a las preguntas anteriores, mas sin embargo muchos las pasan por alto y continúan celebrando el nacimiento del Señor sin prestarle importancia a lo que allí se dice.

A lo mejor si practicáramos la lectura comprensiva que se nos enseñara en la primaria escolar lográramos entender mejor éstos asuntos.

Para no alargarle mucho esto si quieres quedarse hasta aquí y no leer más, sólo baste decirle que muchos estarán celebrando el nacimiento de su Salvador, pero otros estarán celebrando el nacimiento con bombas y platillos, con ron y otras bebidas, con sexos y excesos, con bailes y borracheras, con comelonas y orgías, con sentimientos y esperanzas mundanas, en fin celebrando sin aceptar a Jesús en su corazón y en sus términos y sabiéndolo o no estarán celebrando el nacimiento de aquel que los condenará al mismísimo infierno por toda la eternidad.

Estarán celebrando el nacimiento de su Juez y Condenador.

Si quieres continuar hágalo para que leas las propias palabras de aquel al cual usted le está celebrando su nacimiento:

Mat 12:32 Y a cualquiera que diga una palabra contra el Hijo del Hombre, se le perdonará; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no se le perdonará ni en este siglo ni en el venidero.

Mar 16:15 Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.

Mar 16:16 El que crea y sea bautizado será salvo; pero el que no crea será condenado.

Joh3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en El, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Joh3:17 Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.

Joh3:18 El que cree en El no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.

Joh3:36 El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que no obedece al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios permanece sobre él.

Joh5:24 En verdad, en verdad os digo: el que oye mi palabra y cree al que me envió, tiene vida eterna y no viene a condenación, sino que ha pasado de muerte a vida.

Joh12:47 Si alguno oye mis palabras y no las guarda, yo no lo juzgo; porque no vine a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo.

Joh12:48 El que me rechaza y no recibe mis palabras, tiene quien lo juzgue; la palabra que he hablado, ésa lo juzgará en el día final.

Rom5:17 Porque si por la transgresión de uno, por éste reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por medio de uno, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia.

Rom2:5 Mas por causa de tu terquedad y de tu corazón no arrepentido, estás acumulando ira para ti en el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios,

Rom2:6 el cual PAGARA A CADA UNO CONFORME A SUS OBRAS:

Rom2:7 a los que por la perseverancia en hacer el bien buscan gloria, honor e inmortalidad: vida eterna;

Rom2:8 pero a los que son ambiciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia: ira e indignación.

2Pe 3:7 pero los cielos y la tierra actuales están reservados por su palabra para el fuego, guardados para el día del juicio y de la destrucción de los impíos.

2Pe 3:8 Pero, amados, no ignoréis esto: que para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día.

2Pe 3:9 El Señor no se tarda en cumplir su promesa, según algunos entienden la tardanza, sino que es paciente para con vosotros, no queriendo que nadie perezca, sino que todos vengan al arrepentimiento.

Rev14:11 Y el humo de su tormento asciende por los siglos de los siglos; y no tienen reposo, ni de día ni de noche, los que adoran a la bestia y a su imagen, y cualquiera que reciba la marca de su nombre.

Rev14:12 Aquí está la perseverancia de los santos que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús.

Rev14:13 Y oí una voz del cielo que decía: Escribe: "Bienaventurados los muertos que de aquí en adelante mueren en el Señor." Sí--dice el Espíritu-- para que descansen de sus trabajos, porque sus obras van con ellos.

Concluya usted sabiendo a quién le está celebrando la Navidad.