sábado, 31 de enero de 2015

El matrimonio según la Biblia, más allá del genitalismo y la carne.

El matrimonio según la Biblia, más allá del genitalismo y la carne.

Oí recientemente la palabra genitalismo de la boca de un médico siquiatra dominicano caracterizado, infructuosamente, por adversar rabiosamente al Señor Jesucristo y Su iglesia.

Decía ese ciudadano que las religiones, y en especial el cristianismo, han querido reducir al genitalismo la relación de pareja. Esto, para justificar su aprobación a la relación entre homosexuales.

En su argumento, ampliaba la relación entre la persona más allá de la mecánica orgánica y, afirmaba que con la oposición de los "dinosaurios" (así llama a los cristianos) a la homosexualidad estos pierden el punto de vista de las caricias, las palabras y el tiempo que se puedan pasar las parejas antes del coito o sin llegar al coito, acariciandose o estimulandose y que así reducen al genitalismo la relación y que por eso es que no aprueban las relaciones homosexuales. Porque, repito, el cristianismo sólo concibe la relación entre parejas como genitalistas, a decir de el.

Para las personas que oigan a ese ciudadano distinguido y que no conocen la voluntad de Dios, el diseño Divino del matrimonio revelado en la Biblia pueden parecerles verdad dichas palabras, pero para aquellos que Sí conocen la Palabra de Dios, dichas afirmaciones no son correctas, son erradas, falsas, infundadas y sólo reflejan un desconocimiento total de las Sagradas Escrituras, cuando no, una desconstrucción de las mismas o una exégesis muy pobre.

En el libro Cantar de los Cantares el falso argumento del siquiatra queda destronado, descubierto, y lo revela como un desconocedor de la voluntad de Dios con respecto al tema. Y vaya usted a ver en que fecha fue escrito dicho libro, miles de años antes del nacimiento de Cristo.

Tómese la molestia de leer unas cuantas cosas del libro:

“Oh, si él me besara con besos de su boca! Porque mejores son tus amores que el vino. Hazme saber, oh tu quien ama mi alma…mi amado es para mí un manojito de mirra, que reposa entre mis pechos.

""He aquí que tú eres hermosa, amiga mía; he aquí eres bella; tus ojos son como palomas. He aquí que tu eres hermoso, amado mío, y dulce; nuestro lecho es de flores.

Susténtame con pasas, confortadme con manzanas; porque estoy enferma de amor. Su izquierda esté debajo de mi cabeza, y su derecha me abrace. Yo os conjuro, oh doncellas de Jerusalem…que no despertéis ni hagáis velar al amor, hasta que quiera. Mi amado es mío y yo suya…

¿Habéis visto al que ama mi alma?…Hallé luego al que ama mi alma; lo así, y no lo dejé. Hasta que lo metí en casa de mi madre, y en la cámara…yo os conjuro oh doncellas de Jerusalem…que no despertéis ni hagáis velar el amor, hasta que quiera.

He aquí que tú eres hermosa, amiga mía; he aquí que tú eres hermosa; tus ojos…tus cabellos…tus dientes…tus labios… y tu habla hermosa…tus mejillas…tu cuello…tus dos pechos… en tí no hay mancha…

Prendiste mi corazón, hermana mía, esposa mía; has apresado mi corazón con uno de tus ojos…cuan hermoso son tus amores, hermana mía, esposa mía.

Soplad en mi huerto, despréndanse sus aromas. Venga mi amado a su huerto, y coma de su dulce fruta.

¿Qué es tu amado más que otro amado…? Su cabeza…sus cabellos…sus ojos a la perfección colocados…sus mejillas…sus labios que destilan mirra…sus manos…su cuerpo…sus piernas…su aspecto…su paladar, dulcísimo, y todo él codiciable. Tal es mi amado, tal es mi amigo.

Yo soy de mi amado, y mi amado es mío…hermosa eres tú, oh amiga mía…de desear…aparta tus ojos de delante de mí, porque ellos me vencieron…perfecta mía.

Cuan hermosos son tus pies…los contornos de tus muslos…tu ombligo…tu vientre…tus dos pechos…tu cuello…tus ojos…tu nariz…tu cabeza…el cabello de tu cabeza…qué hermosa eres, y cuan suave, oh amor deleitoso…tu estatura como palmera y tus pechos como racimos. Yo dije: subiré a la palmera, asiré sus ramas. Deja que tus pechos sean como racimos de vid, y el olor de tu boca como de manzanas. Y tu paladar como el buen vino.

Yo soy de mi amado, y conmigo tiene su contentamiento.”" Fin la cita.

Es lo anterior sexualismo, genitalismo, son cavernícolas esas palabras, los dinosaurios pueden expresarse así?

 “Porque fuerte como la muerte es el amor…las muchas aguas no podrán apagar el amor…ni lo ahogarán los ríos”.

Las palabras del Apóstol Pablo en Efesios 5:21 al 33 nos dicen el tipo, la calidad, la cantidad y lo sacrificial que debe ser el amor entre los esposos, "como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla".

La palabra "entregó" nos habla de la encarnación, vida y crucifixión de Dios en Cristo por Su iglesia...es amor hasta la muerte, sufrimiento hasta la muerte, es una analogía que nos presenta el matrimonio más allá de una relación sexual o de un genitalismo como lo quiere presentar el siquiatra que vanamente lucha contra Dios.

La espiritualidad envuelta en el diseño del matrimonio Divino es desconocida para ese ciudadano distinguido, veamos las palabras del Señor:

"Dejara el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer y los dos serán una carne".

Por ultimo afirmare lo que en otras ocasiones he dicho, sólo hay amor entre las personas cuando el mismo es reflejado bajo los parámetros Divinos, NO es amor, una relación que contradiga la definición del amor Divino.

NO es amor lo que siente una pareja homosexual, No es amor lo que no se derive de la verdadera definición del amor contenido en la Biblia.

Hay una expresión que se usa para decirle a una persona que necesita ayuda y es la siguiente:
"Esa persona está de siquiatra"

En nuestro caso podemos hacerle un cambio y decir:
"el siquiatra está de siquiatra"

En dónde el segundo siquiatra es Dios, o dicho en otra forma;

"El siquiatra debe ir a Dios"


No hay comentarios:

Publicar un comentario