miércoles, 12 de mayo de 2010

El Surrealismo del Político Común Dominicano

El surrealismo en el que viven y nos quieren hacer vivir los políticos de nuestro país es digno de estudiar, pero antes de seguir me gustaría citar la definición de lo que se consideró el surrealismo:

“Movimiento literario y artístico surgido después de la primera guerra mundial, que se alzó contra toda forma de orden y de convención lógica, moral y social, frente a las que, con la expresión de opuso los valores del sueño, del instinto, del deseo y de la rebelión.” El Pequeño Larousse.

No soy sociólogo, ni psicólogo, pero puedo hacer observaciones aquí y allá, oír declaraciones por aquí y por allá, en fin, el ser y quehacer de estos señores va más allá de la realidad en que vivimos o que deseamos vivir.

Ciertamente el orden, la lógica, la moral y el comportamiento social, están fuera de su alcance, más aún, parecerían estar fueras de sus pretensiones.

Viéndolos y oyéndolos sólo se podría concluir en que:

1. Están locos y desquiciados.

2. Son unos mentirosos empedernidos.

3. Son unos engañadores patológicos.

4. O todo lo anterior.

Estando locos y desquiciados, pueden, o han podido hacer y deshacer, decir y maldecir, burlarse de sus electores y del país, robar y corromperse sin consecuencias legales, abusar de su poder, no ejercer eficazmente sus funciones y aún así podrían tener cierta justificación, pues no se dan cuenta de lo que hacen y deshacen, por locos y desquiciados que son.

Como mentirosos empedernidos, nos creen; al resto de la población; estúpidos y tarados, desmemoriados, ciegos y sordos, como para hacer y seguir haciendo cosas sin consecuencias, excepto, el de reelegirlos nuevamente.

Como engañadores patológicos, siguen manipulando a la población a sus anchas, la mueven cual marionetas con los hilos entre sus dedos, a ritmo de promesas falsas, de falsas esperanzas, pues, lo que ahora prometen, teniendo el poder, el puesto y la autoridad para hacerlo en el pasado reciente, nunca lo hicieron, pero que “ahora sí que lo haremos, lo prometemos”.

El político común dominicano es un engañador empedernido, mentiroso y contumaz. Desprestigiado por su ejercicio y catalogado por sus inconductas, está entregado a lo único que le puede recibir con los brazos abiertos, su amiga la codicia, la avaricia, la acumulación desmedida y despiadada de dinero, entregado a la búsqueda del último placer y a las malas y bajas compañías de personas sin moral y exenta de las mejores virtudes, que le celebran todas sus desvaloradas acciones.

Detallar aquí todas esas inconductas y prácticas surrealistas del político común nuestro, no es necesario, ni vale la pena, pues es de todos sabido, ya que en ellas vivimos y nos movemos.

Ahora, lo que sí debemos entender claramente es que toda rodilla se doblará ante la presencia del Dios altísimo, y tendrá que dar cuenta de todo lo que haya hecho, sea bueno o sea malo.

Las personas que Dios ha permitido estar en eminencia en el ejercicio del poder político, económico, militar, religioso, legislativo, judicial, deben entender que para hacer el bien común fueron puestos, para impartir justicia, para cumplir y hacer cumplir las leyes, de manera que sobre ellos pesa la justicia Divina, ante la cual tendrán que vérselas.

En su elección, pueden seguir jugando su juego o arrepentirse y buscar la justicia Divina y aplicarla a todo su ser y su quehacer, ellos decidirán.

Terminaré con unos pasaje que se encuentran en el libro de Deuteronomio, capítulo 30:11 al 20, Mateo 5:18 y Marcos 13:31 para que hagamos una analogía y nos la apliquemos a nosotros como pueblo, pero especialmente para aquellos que están en eminencia, que son elegidos o que desean ser elegidos.

Deu30:11 Este mandamiento que yo te ordeno hoy no es muy difícil para ti, ni está fuera de tu alcance.

Deu30:12 No está en el cielo, para que digas: "¿Quién subirá por nosotros al cielo para traérnoslo y hacérnoslo oír a fin de que lo guardemos?"

Deu30:13 Ni está más allá del mar, para que digas: "¿Quién cruzará el mar por nosotros para traérnoslo y para hacérnoslo oír, a fin de que lo guardemos?"

Deu30:14 Pues la palabra está muy cerca de ti, en tu boca y en tu corazón, para que la guardes.

Deu30:15 Mira, yo he puesto hoy delante de ti la vida y el bien, la muerte y el mal;

Deu30:16 pues te ordeno hoy amar al SEÑOR tu Dios, andar en sus caminos y guardar sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y te multipliques, a fin de que el SEÑOR tú Dios te bendiga en la tierra que vas a entrar para poseerla.

Deu30:17 Pero si tu corazón se desvía y no escuchas, sino que te dejas arrastrar y te postras ante otros dioses y los sirves,

Deu30:18 yo os declaro hoy que ciertamente pereceréis. No prolongaréis vuestros días en la tierra adonde tú vas, cruzando el Jordán para entrar en ella y poseerla.

Deu30:19 Al cielo y a la tierra pongo hoy como testigos contra vosotros de que he puesto ante ti la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Escoge, pues, la vida para que vivas, tú y tu descendencia,

Deu30:20 amando al SEÑOR tu Dios, escuchando su voz y allegándote a Él; porque eso es tu vida y la largura de tus días, para que habites en la tierra que el SEÑOR juró dar a tus padres Abraham, Isaac y Jacob.

El Señor sigue manteniendo sus mismas demandas morales y éticas, Él es inmutable en esos valores, de manera que podemos citar que el cumplimiento de sus juicios son inminentes y reales (no surrealistas).

Mat 5:18 Porque en verdad os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, no se perderá ni la letra más pequeña ni una tilde de la ley hasta que toda se cumpla.

Mar 13:31 El cielo y la tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán.

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