Lo primero es que El Creador de los cielos y la tierra, el Rey de reyes, Señor de señores, el Alfa y la Omega, NO DICE ni emplea la palabra homosexual. No hay un solo versículo en toda la Biblia que mencione o utilice la palabra homosexualismo. El Gran Legislador, el Autor de la vida, la Luz Verdadera, la Verdad, se refiere en las Sagradas Escrituras a lo que hoy se le llama homosexualismo y homosexual como sodomía y, sodomitas a los que la practican.
Dichos términos provienen de los habitantes de Sodoma, cuyo principal y más común de sus pecados era la práctica sexual entre personas del mismo sexo. Es de muchos conocido cómo Dios destruyo dicha ciudad, pues lo último que quisieron hacer fue sodomizar a dos ángeles que tomaron apariencia de hombres (Génesis 19: 5). En esas intenciones se nos narra en el versículo 4 del mismo capítulo 19 que ‘estaba todo el pueblo junto, desde el más joven hasta el más viejo’.
El tema de la sodomía se ha querido llevar y manipular hacia el plano únicamente terrenal, al plano personal entre los humanos. Sin embargo, y como todo en la vida de los hombres, el Verbo se hizo carne, el Salvador habló, el Espíritu Santo reveló su pensamiento nueva vez, y éste fue escrito en la Biblia. De manera que sobre nosotros los terrícolas se ha legislado acerca del tema.
Entonces, cuando una persona dice lo que Dios dice en su Palabra, la veracidad de sus afirmaciones no descansa sobre dicha persona, sino sobre Dios quien fue el que la dijo. Tarea debemos tener, y es no ser analfabetos bíblicos, ni crédulos de todo cuanto se diga y se cite en el nombre de Dios. Es nuestro deber conocer la voluntad de Dios para que no seamos engañados, ni para que estemos fluctuando como las ondas del mar, llevados de aquí para allá cada vez que oigamos doctrinas y filosofías ajenas a la verdad de Dios revelada en la Biblia.
El cristiano no es homofóbico, no es xenofóbico, el cristiano es un ser universal y sin fronteras, es un ser necesariamente globalizante en cuanto a lo que Dios ha legislado como valores éticos, morales y espirituales absolutos para toda la raza humana.
Tampoco Dios es homofóbico ni xenofóbico pues dejaría de ser Dios. Es una contradicción pensar en Dios fuera de lo absolutamente perfecto, bueno, santo, justo y amoroso que Él es. Sin embargo, Él ha llamado y legislado sobre lo que hoy se ha denominado homosexualidad de la siguiente manera:
“No te echaras con varón como con mujer; es ABOMINACIÓN”
Levítico 18:22
Y hablando acerca de la culpabilidad del hombre, el apóstol Pablo inspirado por el Espíritu Santo, en la epístola dirigida a los Romanos en el capítulo 1:18-32, da las razones por las cuales el ser humano actúa como actúa. Sería interesante que el lector(a) se leyera toda la porción, pues por cuestiones de espacio solo citaré los versículos 24-28 y 32:
“Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos.
Ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.
Por esto Dios los entrego a pasiones vergonzosas; pues aún sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza.
Y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos, hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío.
Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen.
…quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no solo las hacen, sino que también se complacen con los que las hacen”.
Finalmente no quiero terminar este artículo sin mencionar lo que Dios quiere de los homosexuales y sodomitas. La Divinidad desea que los sodomitas, al igual que nosotros que en otros tiempos éramos injustos, fornicarios, idólatras, adúlteros, afeminados, de los que se echaban con varones, ladrones, borrachos, estafadores, etc. etc., sean lavados, santificados y justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.
El homosexualismo es una cuestión moral que responde necesariamente a una cosmovisión religiosa y espiritual. Dios dice que es posible revertir esa conducta con éxito y que Él nos provee de los medios para lograrlo. Es falsa ciencia aquella que pretende contradecir a Dios en sus juicios diciendo que es una cuestión genética.
Sea Dios veraz y todo hombre mentiroso.
Lo único que me apena de esto que acabo de leer es que pocas personas tendrán acceso a esto. Ojalá y otros medios lo publicaran porque arroja mucha luz a la ignorancia de la gente.
ResponderEliminarEdgar, me tomaré la libertad de publicar parte de esto en mi espacio BJ. Espero que eso no cause inconvenientes.
Otra cosa, ¿eres dominicano?
Hoy a partir de las 4pm mostraré parte de tu artículo en BJ
ResponderEliminarSi Cyd, soy dominicano.
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