jueves, 25 de febrero de 2010

De Dios es la Transparencia - De los Hombres el encubrimiento



Las Sagradas Escrituras es un libro rarísimo, en el hay características que definitivamente no existen en ningún libro, y es de esperarse, pues es Dios, el mismo Dios que ha revelado su voluntad como el canon, la vara, el metro, el valor absoluto por el cual el ser humano debe de guiarse y comportarse a través de todos sus quehaceres durante su vida.

Y no voy a enfocarme aquí en lo que comúnmente decimos acerca de que:

Es único en su continuidad, a pesar de haber sido escrito en un período de 1600 años.

Escrito a lo largo de 60 generaciones.

Escrito por más de 40 autores de todas las clases sociales, a saber, reyes, campesinos, filósofos, pescadores, poetas, estadistas, cobradores de impuestos, médico, eruditos, militares, copero, político, rabino, pastor, etc.

Escrito en diferentes lugares: en el desierto, celda carcelaria, palacios, aislados, durante viajes, etc.

Escrito en tiempos de paz y en tiempos de guerra.

Escrito desde estados de ánimos: gozoso, depresivos, tristeza, desesperación.

Escrito en tres continentes: Asia, África y Europa.

Escrito en tres idiomas: Hebreo, Arameo y Griego.

Quiero enfatizar otras particularidades, me quiero referir a su Honestidad, a la Sinceridad y a la Transparencia que Dios muestra con respecto a la conducta y el comportamiento de su pueblo y de sus siervos en el A. T., está el caso del rey David cuando tramó el homicidio de Urías para quedarse con la esposa de éste; están múltiples revelaciones de cómo Israel y Judá se apartaron de Dios, cuáles fueron sus pecados y cuáles fueron sus consecuencias. Nada escondió, reveló todo pecado, grande o pequeño, hecho por reyes o por siervos.

Es como si fuese Dios, mostrándole al mundo todas las interioridades de su relación con su amado pueblo elegido.

En el N.T. es igual, de la iglesia Dios nos revela sus interioridades, sus problemas, cómo se dieron y entre quienes se dieron. No veo reservas ni partes encubiertas, están por ejemplo:

La negación de Pedro, quién era Pablo y qué hacía, la incredulidad de Tomás, la torpeza espiritual de sus discípulos, las diferencias entre Pablo y Marcos, los problemas de la iglesia de Corintios, en donde un hombre estaba viviendo con su madrastra, las disputas en cuanto a la reparticiones de las ayudas a las viudas, los problemas de las siete iglesias en Asia, y así sucesivamente.

¿Por qué Dios hace esto, por qué tanta transparencia, tanto hacia fuera como hacia dentro de su propia iglesia? ¿Por qué poner a la mano de los inconversos tantas informaciones, por qué mostrarle a los creyentes y miembros de la iglesia tantos problemas dentro de ella? ¿A caso no habrá pensado Dios que eso estorbaría el desarrollo de su Iglesia o provocarían los malos juicios por parte de los inconversos al ver los tantos problemas que se dan dentro de las iglesias?

Parece que Dios no tomó en cuenta nada de lo anterior, al Señor parece que no le importó que informaciones tan delicadas salieran a la luz pública, y eso es una enseñanza que no hemos asimilado en nuestras iglesias. En nuestras iglesias se encubren los pecados, se encubren las informaciones, se encubren las enemistades, se encubren los problemas entre los hermanos, se encubren los problemas entre las familias y eso parece que no es el método Divino.

Y es que Dios parte de la naturaleza pecadora de hombre, de la maldad de su corazón y de su incapacidad de ser y hacer lo bueno; y por eso por su gracia nos otorga el perdón y la salvación. Revela todo lo malo que somos, para que su gracia se note más y se aprecie más.

Desde la caída de Adán el encubrimiento de nuestros pecados ha estado a la orden del día y eso ha pasado a las iglesias, en estas, los secretos, los pecados de nosotros se tratan y se encubren. He visto casos documentados de iglesias que tienen dentro de su membrecía familiares “convertidos” que por enemistad no se cruzan palabras, ni siquiera se saludan. Amigos (hermanos) que han roto su amistad y aún dentro de la iglesia se evitan para no saludarse. Peor aún es que, el liderazgo de las iglesias conociendo tales circunstancias, permitan o toleren tales situaciones, en vez de confrontarlos con su verdadera condición espiritual y tratarlos en consecuencia. Eso es intolerable en el cuerpo de Cristo, eso es contrario a las confrontaciones que hace Juan en sus epístolas.

Es como si pensáramos que esos pecados, una vez a la luz pública, les harían daño a la obra de Dios, y tal parece que según Dios, eso no es así, pues como hemos visto, El mismo se destapa sin reservas.

¿A qué nos obliga la Honestidad, La Transparencia y la Sinceridad? A no pecar, a guardarnos del mal, a apartarnos de las tentaciones y ser más santos y puros cada día. A demostrar la gracia Divina en nosotros a través del crecimiento espiritual, entre otras cosas.

¿Para qué pues El Señor actúa de tal manera, tanto en el A.T. como en el N.T.?

Rom15:4 Porque todo lo que fue escrito en tiempos pasados, para nuestra enseñanza se escribió, a fin de que por medio de la paciencia y del consuelo de las Escrituras tengamos esperanza.

Definitivamente no existe un libro sin igual.

1 comentario:

  1. Apreciado Hermano:

    Estoy de acuerdo con el problemas que aquí presentas, pero no con la forma en que lo tratas, pues veo que estas utilizando la medicina inapropiada para esa enfermedad ya que el principio para tratar con el pecado en la iglesia fue dado por el Sr. Jesucristo en Mateo 18, es a partir de este pasaje dado por el Dueño de la iglesia que debemos tratar el mal.

    Dios es le único que tiene la potestad de publicar el pecado de su iglesia y lo ha hecho y lo sigue haciendo, pero sus ministros están llamados a poner en práctica el reglamento de Mateo 18 y cuando el mismo no es aplicado, entonces vienen los problemas que también el mismo Pablo trató con los corintios en su primer epístola (ver 1 Corintios 6:1-11), donde lo censura fuertemente por no tratar los problemas entre ellos, sino de estarlos participando con el mundo.

    Mi Hermano la iglesia de Cristo es la sal y luz de este mundo cada vez más en estado de descomposición y este importantísimo papel solo puede ser adecuadamente desarrollado bajo el estricto cumplimiento de la Palabra, salirnos de ahí solo nos llevará a la destrucción, y los ejemplos abundan.

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