Me parece raro que sólo la música los conmueva, espiritualice más y motive, y sin embargo la predicación fiel de la palabra revelada les aburra, , las convocatorias a las reuniones de oración les sean indiferentes, los devocionales esten ausentes en sus vidas, y peor aún, la santidad en el diario vivir sea escasa, rara y hasta extraña.
Eso no es cristianismo y una iglesia no se puede tambalear ni ceder frente a personas así aunque sean por mil.
sábado, 25 de febrero de 2012
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