Cristo conquistó el mundo desde una aldea, una de las más paupérrimas aldeas de Jerusalén, lo hizo sin escándalos, pompas, ni platillos, lo hizo desde el anonimato, a tal punto que ni sus propios hermanos carnales sabían quién verdaderamente era.
Se auxilió de doce personas sin letras y del vulgo, de clases sociales distintas y hasta enemigos entre sí.
No tenía periódicos, medios de comunicación masiva, internet, facebook, twitter, tampoco tenía micrófonos ni bocinas, equipos de música ni mucho menos. No había trenes, aviones, correos internacionales.
Conquistó el mundo sin tirar un tiro, lanzar una lanza o desenvainar una espada. No salió de su País ni hizo alianza con nadie. No se unió a ningún concilio ni se agenció el favor de ninguna autoridad política, ni religiosa, muy por el contrario, entre ambas autoridades lo mataron vilmente.
Todo fue pacífico, con amor y con ejemplo cívico, ético, moral y sobre todo espiritual. Todo fue con y a través de la palabra y de ésta puesta en acción, en una demostración única y ejemplar de integridad entre lo que se dice y se hace.
Hoy en día parece el mundo cristiano y específicamente en el nuevo pentecostalismo ha olvidado ésa parte de la historia, esto porque en sus prácticas religiosas han incursionados en la utilización de equipos de músicas con bocinas estridentes, ubicadas y puestas en funcionamientos en horas y en lugares que no respetan el derecho del otro.
El mundo lo hace con las propagandas políticas, con las promociones mercadológicas etc.etc., pero no por eso el cristianismo debe hacerlo e imitarlo.
Se le predica al que quiere oír, no al que no quiere oír. Cristo comenzaba sus sermones y las personas fueron añadiéndose, nunca hubo una imposición u obligación o un force para esto.
El testimonio que se está dando al mundo es adverso a lo que se debería. He visto y oído iglesias con equipos de música y con bocinas tan potentes que servirían para ser utilizadas en cualquier estadio de futbol, sin embargo las utilizan en su propio local con apenas 100 o 200 metros cuadrados. Le ponen un volumen tan y tan alto que el sector, el barrio entero está obligado a escucharlo, quiérase o no, para remate no hay horas fijas, pues he oído a personas decir que desde las 6 de la mañana esas bocinas están encendidas, otras que hasta avanzadas horas de la noche hacen lo mismo.
Me atrevería a decir que muchas de las motivaciones para que las personas rechacen el evangelio están en ésas malas prácticas, que muchas de las leyes contrarias al cristianismo que se han estado proponiendo y promulgando tienen sus orígenes (en parte) en éstas cosas, pues nos muestran intolerantes, fanáticos, falta de respeto.
Es urgente para la salud del verdadero cristianismo pues educar a su feligresía y a sus líderes para que tomen en cuenta éstas cosas que perjudican más de lo que benefician a la obra de Dios, que dicen promover.
Imitemos pues a nuestro Salvador y hagamos la tarea que se nos ha encomendado decentemente y en orden.
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