Hay personas que son evidencialistas, solo creen si las evidencias así se lo demuestran. Tomás el Apóstol, era evidencialista. El Señor Jesús, lejos de reprimirlo por ser como era, lo que hizo fue que, con mansedumbre y humildad, se le presentó en cuerpo resucitado y le mostró sus requerimientos.
Tomás fué satisfecho por las evidencias, y creyó, Tomás fue convencido después que tocó, vió, olfateó, habló y gustó al mismo Señor. Finalmente, me imagino, especulo que fue, lleno de vergüenza que exclamó: “Señor mío y Dios mío”. UAO!, que momento debió haber sido ese! cuánto apuro debió haber pasado Tomás.
Pero si bien es cierto que Dios puede satisfacer a los evidencialistas, como de hecho así lo hace, como veremos más adelante, no es menos cierto que, El, expresa un favor, una gracia mayor hacia aquellos que sin haber visto, ni tocado hayan creído. Veamos:
Juan 20 : 29 “ Porque me has visto, Tomás, creíste, bienaventurados los que no vieron, y creyeron.”
Será usted como Tomás, querrá más evidencias? Qué le parece el Universo, la perfección de las leyes físicas y químicas que rígen al Universo, las órbitas, las velocidades de rotación, traslación de los planetas y sus satélites. El ser humano, el hombre, la mujer, sus órganos, sus células, el ADN, los órganos reproductores de los seres vivos?.
Qué de la Biblia, su manera de escribirse, el tiempo transcurrido en escribirse, su unidad temática, su preservación a través de los siglos, su divulgación, su efecto transformador en la vida de los hombres. Sus profecías y el cumplimiento de las mismas. Qué de Jesús, su nacimiento, su vida, su muerte, crucifixión , resurrección y posterior ascensión al cielo?
Hay más evidencias aún, la eternidad no bastaría para conocerlas, nuestra condición de seres finitos no nos permitirían conocerlas, pero si eres evidencialista y necesitas más de lo que te he mostrado, entonces, creo; junto con la opinión del Apostol Pablo en la epístola a los Romanos en el capitulo 1 que ya no eres como Tomás, evidencialista, sino un necio y un rebelde.
Romanos 1 : 18 al 21 “ Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad; Porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios se hicieron necios…”